Ayer como os conté se celebró la Gala benéfica a favor de Haití. Donde tuve la ocasión de bailar ante público por 3ª vez en mi vida. Y hay que reconocer que eso de actuar engancha y a la vez acojona.
Son sensaciones contradictorias, bueno, en realidad no son contradictorias, pero son sensaciones algo dificiles de explicar. Para empezar estás super acojonado y supernervioso, nerviosismo que no se te quita ni escuchando los primeros acordes de la canción. Pero imagino que sera la "experiencia" pero cada vez estoy empezando a disfrutar antes de la actuación, pero sobre todo a sentirme más relajado y no tener esa tensión que tenia la primera vez. De hecho la primera vez fue hasta traumática, porque no paraba de repetirme que no volvería a hacerlo y mira, tres veces ya.
Esta vez, a falta de uno han sido dos bailes. El primero fue el bolero cha-cha-cha. Aquí el miedo venia porque solo eramos dos parejas bailándolo. Así que cualquier fallo era más perceptible. Pero sin embargo era el baile que menos miedo me daba.
Este fue el origen del gustillo y el pánico de bailar en publico. Es más creo que perder ese pánico no es bueno, ya que hace que te actives e intentes no fallar en los pasos.
Pero en esta ocasión, como bien he dicho, son dos los bailes que baile. El segundo fue una rueda de salsa. Y no sé por qué, pero a pesar de ser más gente, le tenia más respeto a este que al bolero, tal y como he dicho antes. Quizás pudiera ser porque lo llevábamos de estreno. Según la profe seguiremos limpiándolo pues va a hacer una coreografía que vamos a utilizar más veces.
Espero que estos bailes os hallan gustado y que os animéis a bailar.
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