domingo, 28 de febrero de 2010

Casa de muñecas

El pasado viernes 26 se representó en el Teatro Pedro Muñoz Seca la obra Casa de muñecas.

 
Casa de Muñecas fue escrita por el noruego Henrik Ibsen en 1879. Cuenta la vida de una familia común y corriente de aquella época, similar a muchas actuales. Torvald Helmer, un rico abogado, está casado con Nora, una muñequita perfecta dedicada a complacerlo y orgullosa del prestigio de su esposo en la sociedad. Pero su pasado la alcanza cuando Torvald se entera de su problema, sólo piensa en él. Nora ve por primera vez el egoísmo, la crueldad y el vacío espiritual.

La FICHA ARTÍSTICA es la siguiente:
Dirección: Amelia Ochandiano. Escenografía: Ricardo Sánchez Cuerda. Iluminación: Felipe Ramos. Vestuario: B. Maria Luisa Engel. Reparto: Silvia Marsó (Nora), Roberto Álvarez (Helmer), Ana Gracia (Señora Linde), Pedro Miguel Martínes (Dr. Rank), Francesc Albiol (Krogstad), Mamen Godoy (Elena), Cuca Villén (Ana María), Iones Pena (Mozo).

Decir que todo el peso de la obra recae en Silvia Marsó, una actriz de la cual llevaba varios años queriendo ver en teatro. Gracias a Dios poco a poco se van cumpliendo mis deseos de ver a ciertas actrices sobre las tablas (Nuria Espert, Cocha Velasco, Veronica Forqué, Silvia Marsó,...) pero aún me quedan otras (Ana Belén, Aitana Sanchez-Gijón, Maribel Verdú, entre otras). Y que sale del paso muy bien, francamente está a la altura que la esperaba. También hay que reconocer que el resto del elenco también estan a su altura dejando un buen sabor de boca cuando la obra ha acabado (respecto a la actuación hablo, porque es un dramón de tomo y lomo).

Si hay que decir algo malo es la actitud del público. Las toses no se pueden evitar pero los sonidos del móvil es para metérselos por el culo a más de uno y sobre todo al energümeno que le sonó y encima se puso a charlar en mitad de la función, aunque solo fuera para decir "estoy en el teatro luego te llamo adiós". A ese si habría que meterle el móvil en el culo, pero no de los nuevos sino de los que eran un ladrillo. De esos, de esos. Joder y mira que lo avisan: APAGUEN SUS TELÉFONOS MOVILES, pero la peña...

Así que quitando esos pequeños inconvenientes que fijo que pasaran en la mayoría de los teatros recomiendo a quién lea esto que vean la obra.

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